Marcos dice::

Entrevista con Marcos Carámbula
Marcos dice::
04.03.2009 16:03

El candidato frenteamplista Marcos Carámbula habló con Montevideo Portal, sobre la política económica de gobierno, la seguridad social, la salud y la integración de Latinoamérica ante la crisis.

¿Cómo se siente en estos primeros días como candidato?

Fue una decisión muy pensada, muy consultada hasta el momento mismo de la decisión y tomada con mucha responsabilidad. Van veinte días, y veo un incremento día a día de adhesiones y entusiasmo en una propuesta que vino a abrir una puerta más en las candidaturas hacia junio y octubre. Siento que se generó una respuesta muy favorable, un entusiasmo de muchísima gente de Montevideo y de todo el país, de los frenteamplistas de toda la vida y de ahora, que necesitaban encontrar un espacio con respecto a dos candidatos instalados hace mucho tiempo como Astori y Mujica. Creo que hay frenteamplistas pensando en la riqueza de la unidad, de la diversidad, de un Frente Amplio sustentado en la historia de los partidos políticos que construyeron el Frente Amplio; el frenteamplistas que puede tener simpatía por uno u otro sector pero lo que le importa es la construcción colectiva del Frente Amplio.

En el lanzamiento de su campaña había un "paisano de cada pueblo"…

Sí, un paisano de cada pueblo, en cuanto a historia, porque había ministros y representantes del gobierno, había antiguos militantes de toda una vida de distintos sectores del Frente, comunistas, socialistas, gente de la Vertiente, independientes, gente de barrios de Canelones y del Interior del país. Para mí es muy significativo el entusiasmo de los jóvenes, que vienen de diferentes orígenes y, en esta oportunidad, quieren acompañar esto. Yo siento que estas elecciones internas la ganan los jóvenes. Para ganarse su espacio tienen que ganar estas elecciones internas y ganar en octubre, integrarse a un proyecto que entusiasme.

¿Por qué cree que a pocos meses de las elecciones hay unos 36 mil jóvenes que aún no sacaron la credencial?

Creo que hay que abrir un recambio generacional este país no debe sofocar a los jóvenes, tiene que entusiasmarlos, darles causas e involucramiento en las decisiones. Yo no soy joven, ni me siento expresión de los jóvenes, pero ¿Por qué se nos van los jóvenes hoy? Por posibilidades de empleo no, porque hay posibilidades de empleo, aunque haya una desventaja en el joven que abandona la escuela y el liceo. En la intendencia de Canelones nosotros tenemos un promedio de edad de los directores de entre 35 y 40 años y con muy buen resultado. Es lo que hace posible que en este momento que yo voy a tomar 90 días de licencia, tenga confianza en el equipo que ha tomado la responsabilidad y lo va a hacer bien.

¿Por qué le parece que cada dos días, tres uruguayos se suicidan?

Ese es un problema de fondo, no sólo se da en Uruguay, se da en otras sociedades de importante desarrollo, pero nos duele que en Uruguay pase esto. Yo tengo la impresión que es un problema de modelo de país, y más ahora después de nuestros cuatro años de gobierno donde ha bajado el desempleo, hay posibilidades de acceso al conocimiento. ¿Qué es lo que está pasando? Necesitamos una sociedad que no sofoque a los jóvenes, abrir espacios a la participación y la toma de decisiones por parte de los jóvenes. Hay un título de un libro que tristemente nos caricaturiza: "Lamentablemente estamos bien", o "es lo que hay valor" No, no es así. Uruguay tiene que construir autoestima, esperanza, felicidad pública. A mí me han cuestionado porque hablo de este tema, pero hoy por hoy los indicadores que se toman en otros países recogen el criterio o la expectativa de felicidad pública y de la calidad de vida, del niño, del joven, del adulto y del adulto mayor.

Usted ha hablado de la seguridad pública como un derecho humano y mencionó la necesidad de reprimir. ¿Podría explicar ese concepto?

"Este es un tema clave y tiene que ver con varios aspectos: la seguridad pública es un derecho humano al que tienen que acceder todos los ciudadanos; el comerciante, el jubilado, los trabajadores, las mujeres. No puede ser que si vos podés pagar la seguridad tengas seguridad y si no, no. Seguridad Pública no puede ser una mercancía que uno la tiene si la puede comprar. Por otra parte, la seguridad pública tiene que tener como primer actor una mejor presencia del Estado en la calle como efecto primero preventivo, luego disuasivo y si es necesario represivo. Represivo en el sentido de marcar los límites. Para mí se ha ido generando en la sociedad un desconocimiento de lo que son los conceptos obvios de convivencia. Nosotros pusimos contenedores en Las Piedras, La Paz y Pando y en Las Piedras tuvimos vandalismo. Yo estoy trabajando con la comisaría para marcar el límite "eso es propiedad de todos", son diez contenedores que tenemos que estar vigilando con guardia civil, porque ahí empieza la pérdida de convivencia mínima. Se vandaliza una plaza que es un lugar de encuentro, no se puede caminar por ningún lado porque "aguante los chorros" como le dijeron a un periodista que quiso hacer una nota sobre este tema. Eso marca un pacto social perdido. La violencia doméstica también es parte de una sociedad que ha perdido sus pactos de convivencia y va mucho más allá de una cuestión de género. Mi concepto es marcar los límites, hay que ser claro.

Una de las cosas a las que me voy a comprometer si soy Presidente de la República es a que no haya más niños en la calle. El niño en la calle es expresión de cuánta cosa se vulnera. Hay 1400 niños en la calle, no puede haber uno. Son espacios de convivencia que se van perdiendo. Yo estoy convencido que hoy, producto de la política neoliberal de la década del 90, hay una marginalidad muy dura. Persiste una pobreza que nos duele, se abatió, se redujo la pobreza, la indigencia, pero no es suficiente.

¿Cree que la política económica del gobierno debió haber sido más profunda en cuanto a distribución de la riqueza?

Yo creo se ha hecho mucho ya, el Plan de Emergencia, el de Equidad, pero eso no es suficiente. Acá tiene que haber un concepto de reciprocidad. La sociedad que es recíproca. El gobierno que actúa intensamente en materia de seguridad social y de las cosas básicas que reúnen la convivencia, pero por otro lado la reciprocidad por vía del trabajo, la educación, el acceso a la cultura, el respeto a las normas imprescindibles.

Vázquez ha sido criticado por atentar contra la libertad individual: "no fumes, no tomes", y hay quienes entienden el rechazo al aborto como una limitación de la libertad individual. ¿Usted comparte esas críticas?

No las comparto. Sobre la Ley de Salud Sexual y reproductiva, se ha hecho un gran avance y creo que en el futuro gobierno hay que aprobarla, volver a instalar los caminos parlamentarios. He conversado este tema con el presidente y comprendo sus razones. Los dos somos médicos, los dos somos amantes de la vida, yo muchas veces he tenido que aconsejar, no por mi especialidad sino como referente como médico, y he aconsejado en la medida de lo posible continuar la vida. Pero eso tiene un límite, que es el derecho a la libre elección de la pareja, de la madre y hay que facilitar todo para que esa elección sea tomada de la mejor forma posible. El tema del humo del cigarrillo, se puede ver desde el punto de vista de la pérdida de la libertad, pero yo creo que Vázquez ha hecho muy bien en prohibir el cigarrillo en espacios cerrados, lo que no quita que la gente pueda fumar en su casa. Lo que hace a la marihuana es una droga que como toda droga tiene efectos perjudiciales. Es menos nociva a la larga que el humo del cigarro, pero eso no quiere decir que no sea nociva. Creo que hay que tomarlo dentro de la libertad de elección pero al mismo tiempo verlo como un tema de Salud Pública, para evitar perjuicios mayores.

¿Hay posibilidades de una reestructura económica a partir de la integración de Latinoamérica, tal como plantea el presidente ecuatoriano Rafael Correa?

La crisis del sistema capitalista a nivel mundial es una crisis muy fuerte, similar o mayor a la de 1929, tarde o temprano nos va a golpear y lo tenemos que tener claro. Tenemos que evaluar como estamos parados. En general estamos bien con un sistema financiero sano, transparente, un sistema bancario sólido, con un país que abrió sus puertas y logró exportación a diferentes lugares del mundo. Esta situación de crisis tenemos que transformarla en una oportunidad. Yo lo estoy diciendo una y otra vez: más integración, más MERCOSUR, juntos hacia la Unasur. Pongo como ejemplo la Comunidad Económica Europea que nace después de la guerra con dos grandes objetivos, la paz y la creación de un modelo alternativo.

Pero allí Alemania y Francia estaban dispuestas a perder a corto plazo para ganar a largo. Acá no sucede lo mismo con Argentina y Brasil. El MERCOSUR no funcionó ni con gobiernos neoliberales en el 90´, ni con gobiernos de izquierda ahora.

Yo no creo que no funcione, tiene limitaciones, y desesperanzas que nos ha generado angustia a todos los que pensamos en el MERCOSUR como un proyecto central, pero hoy es nuestro principal comprador por lejos. Es muy importante una actitud activa del Uruguay y Paraguay, abriendo las asimetrías, abriendo paso a América del Sur, porque por algo está esa potencialidad de la Unasur. El mundo es de polos regionales abiertos.

¿Cuál fue el principal aprendizaje que le dejó su experiencia como intendente?

Yo diría dos: que es posible hacer mucha cosa, aún en una situación muy difícil como la que nosotros teníamos cuando entramos, y que no alcanzan cinco años para poner a pie un departamento como Canelones. Eso es fundamental. También es vital ver el tema del Estado, hay que seguir avanzando en la Reforma del Estado, en la descentralización, la atención cívica del ciudadano, el Estado tiene que arrimarse al ciudadano para cobrar tributos, recibir propuestas.

¿En qué aspectos se equivocó como intendente?

Yo creo que uno quiere hacer todo de una y se encuentra con el Estado, en donde una licitación te lleva nueve meses, o un año. Uno de repente se compromete a hacer con mucho voluntarismo algo que es obvio que hay que hacer y después se encuentra con el proceso del Estado. Hay que modificar esos tiempos, debe ser más ágil y más cercano a la gente. La autocrítica es haber diseñado una serie de prioridades que la realidad después fue mostrando que no dan los tiempos.

¿Cómo se imagina el Uruguay en 2015?

Mejorando lo que ya logramos entre 2005 y 2010. Yo sueño con un Uruguay más integrado, más incluido en la región y a su vez más alegre, en un modelo de país que entusiasme a la gente.

Montevideo Portal/ Pablo Méndez